martes, 17 de abril de 2012

REALISMO

Se desarrolló a partir de la mitad del S XIX, aproximadamente desde 1848 su máximo esplendor se llevo a cabo en Francia. Este movimiento busca representar el mundo del momento de manera verídica, objetiva e imparcial dejando de lado la idealización. Se deja de lado los temas sobre naturales y mágicos siendo reemplazados por temas corrientes y la representación de escenas cotidianas. Profundo sentido de la naturaleza, interpretándola desde sus frutos hasta el trabajo del hombre sobre ella. Se caracteriza por que los artistas dejaron a un lado los temas sobrenaturales y mágicos y se centraron en temas más corrientes. Los principales sujetos pictóricos fueron los de la vida cotidiana. Surge después de la revolución francesa. El desencanto por los fracasos revolucionarios hace que el arte abandone los temas políticos y se concentre en temas sociales. La industrialización determinó la desaparición del artesanado y la formación de una numerosa población obrera acumulada en los centros urbanos. Con ello, las condiciones de vida económica y social sufren una alteración profundísima, que se refleja en las ideologías. Los artistas toman conciencia de los terribles problemas sociales como el trabajo de niños y mujeres, los horarios excesivos, las viviendas insalubres y consideran que deben denunciar estas lacras. El objetivo del Realismo era conseguir representar el mundo del momento de una manera verídica, objetiva e imparcial. Por lo tanto, el Realismo no puede idealizar. Jean François Millet (1841-1875), hijo de campesinos pobres, fue uno de los máximos representantes de la Escuela de Barbizón. Se distinguió como paisajista, pero en sus paisajes no olvida nunca a los campesinos, humildes, cabizbajos, pesimistas y redimidos por el trabajo. Es el mejor intérprete de la vida campesina y del hambre y la miseria que éste trae consigo. Contempló de cerca la situación en la que vivía, pero no la denunció en sus pinturas, sino que la representó tal y como era, plasmó la realidad. Sus obras más características son Los Gavilladores, El Ángelus, Los canteros, La costurera, La colada y Las espigadoras.
En esta última, muestra el trabajo rural, pero haciendo hincapié en lo social. Tres campesinas ataviadas con la vestimenta típica normanda recogen inclinadas los restos de la cosecha, el trabajo más duro y menos reconocido entre las tareas rurales. Sus posturas reflejan la fatiga que provoca su labor. Los personajes se sitúan en primer plano elevándolos a la categoría de héroes y la iluminación infiere dramatismo a toda la escena. Las pinturas de Gustave Courbet (1819-1877) suscitaron enormes polémicas por su selección de temas vulgares como Un entierro en Ornans (1849) y por sus ideas pragmáticas sobre el arte. Ornans es su pueblo natal. Este entierro es una de las obras en las que más claramente aparece una manera nueva de ver la realidad. El tema se podía haber tratado solemnemente, pero lo hace de forma peculiar, es un cuadro desolador. Se trata de un entierro en un pueblo al que asisten los aldeanos y el clero y apenas hay diferencias entre ellos, en un intento de hacer crítica. Al contrario que en los cuadros que representan entierros y en los que está presente lo religioso invocando el más allá, aquí todo es deprimente, no se espera ni se cree nada. Una de sus obras más significativas, que denotan el modo de ser del autor, es El Taller (1855). Aquel año, no siendo admitido por el jurado en el Salón, inauguró una exposición particular paralela a la Exposición Universal y allí exhibió su enorme lienzo. En el cuadro resume su mundo social. Courbet aparece en el centro dando los últimos retoques a un paisaje de su tierra natal, un muchacho mira como pinta y detrás del artista está su musa, un bello desnudo de mujer que personifica sus modelos vivientes. A la derecha, sus amigos, los artistas, y a la izquierda, los miserables y quienes viven explotando su miseria. Otras obras son Buenos días, señor Courbet (1854), Jóvenes a orillas del Sena (1856-57), La Siesta (1866), Mujer en las olas (1866), Las Bañistas (1853). Cultivó el desnudo femenino con gran libertad e incluso a veces con total impudor. Su trayectoria artística se mezcla con su actividad política, llegando a ser director de Bellas Artes durante el periodo de La Commune de 1871. Al término de esta experiencia revolucionaria tuvo que exiliarse en Suiza, donde falleció en 1877. __________________________________________________________________________ fuentes http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/pintores/1634.htm http://www.arteespana.com/pinturarealista.htm

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